miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alimentación en la antigüedad


Numerosos son los tratados médicos antiguos que hacen alusión a las enfermedades y a los alimentos apropiados para sanarlas. Hipócrates (s.V a.C.) médico griego, padre de la medicina moderna, fundó una escuela y sus libros, unos cincuenta, están recopilados en el Corpus Hipocraticum. Estudió el efecto de los alimentos en el cuerpo y en sus obras da muchos consejos, como por ejemplo: después de comer, está bien andar un rato, sobre todo en invierno, porque en verano es contraproducente, a causa del calor. También consideraba que no hay mejor manera para mantener la salud que mantener una buena dieta y una buena higiene. 

El médico romano Celso, (s. I d.C), en su obra De arte médica abundan las anotaciones dietéticas. Uno de sus sabios consejos es: en lo relativo a la alimentación, el exceso jamás es útil, y la abstinencia extrema es a menudo nociva. Describe los alimentos por grupos genéricos y los agrupa de más a menos nutritivos. Así, el pan, por ejemplo, contiene más principios nutritivos que ninguna otra sustancia; el de trigo alimenta más que el de mijo, y éste más que el de cebada. Pero también apunta que dentro de un mismo alimento pueden encontrarse diferencias nutritivas; nos aportarán más o menos nutrientes dependiendo de dónde hayan crecido o cómo se hayan alimentado.

Según el autor, las personas engordan por falta de ejercicio; por descansar demasiado; por hacerse unciones con grasas, sobre todo después de comer; por no ir bien de vientre, por tener la cama demasiado blanda o el espíritu demasiado tranquilo. En cuanto a los alimentos y bebidas, los que más engordan son los dulces y las grasas y sobre todo las comidas demasiado seguidas o copiosas. Por ejemplo, recomienda tomar los alimentos por edades, sexo o por el estado de cansancio. Si estás muy cansado, por haber hecho un gran sobreesfuerzo antes de comer, es mejor pasear un poco y después bañarse, aunque no conviene que el agua este muy caliente; después, lo mejor es irse a dormir sin comer. Pero, si aún se tiene hambre, recomienda comer alimentos húmedos y beber agua no demasiado fría.

En cada estación se recomiendan unos alimentos determinados; así, en el invierno nos dice que hay que comer un poco más y beber menos. Comer más pan y carnes hervidas, pocas verduras y, sobre todo, comer caliente. En la primavera, se ha de ir disminuyendo la cantidad de alimentos y aumentando la de bebida. Las carnes en esta época era mejor cocerlas a la parrilla. En verano, en cambio, había más necesidad de comer más frecuentemente y se tenía que almorzar, aunque en pequeñas cantidades. Las verduras y los alimentos frescos eran los mejores. El otoño es la época más inestable, y por tanto, se ha de vigilar más la salud; no se ha de ir descalzo y se ha de empezar a comer un poco más. Respecto a las frutas, recomienda no comerlas a todas horas y vigilar la cantidad, ya que pueden ser nocivas para el cuerpo. También, recomendaba que si se había comido o bebido mucho, resultaba más sano vomitar antes de ir a dormir.

Galeno, dos siglos más tarde, uno de los grandes médicos de la época romana. En su tratado De Regimini Sanitatis estudia y valora los alimentos como fuente de salud. En su época se empieza a valorar la sanidad pública, por ejemplo en Roma se hicieron muchas fuentes para la distribución de agua, también se mejoró el sistema de alcantarillas y se construyeron muchos baños públicos.

Discórides practicó la medicina en Roma, en la época del emperador Nerón, en su inmensa obra De Materia Médica, cinco volúmenes, donde se describen más de 600 plantas medicinales, están clasificadas por temas, como por ejemplo diuréticas o afrodisíacas, ha sido una de las bases de la farmacopea actual. Su obra ha sido revisada y ampliada durante siglos.

Alimentacion tras la revolucion neolitica

Este período situado entre el 7000 y el 4000 AC, traducido como la «Nueva edad de Piedra», se considera el inicio de muchos de los alimentos conocidos hoy en día.
Fue en el Neolítico cuando se comenzó a conservar los alimentos, por ejemplo secando la carne o echándole sal para que no se pudriera. También se desarrolló el almacenamiento de los alimentos gracias a las técnicas decestería y cerámica, que hizo posible también la aparición del comercio de alimentos.
Así mismo, se empezaron a tratar los cereales y las legumbres, que se almacenaban junto a las aldeas que contenían grano. El perfeccionamiento de los molinos tampoco dejó indiferente a nadie, ya que permitió mejorar la fabricación de la harina.
  • En el neolítico se comenzó a conservar alimentos, a salar la carne o secarla al sol
  • Se desarrollaron técnicas de cestería y cerámica, para almacenar líquidos y alimentos
  • Apareció el comercio
  • Se domestican animales (ovinos, bovinos y caprinos) y plantas, principalmente cereales y legumbres (y yuca en nuestra Amazonas)
  • Se aprovechan controladamente las especies microscópicas, fermentos, levaduras y bacterias, lo que permite elaborar pan, productos lácteos (de cabra) y bebidas alcohólicas (hidromiel y cerveza)
  • Se construyeron las primeras aldeas, con almacenes de grano
  • Se inventaron las primeras cucharas, que no se usaban para comer sino para mezclar alimentos
  • Nace el cerdo de la domesticación del jabalí
  • Se inventan los primeros sistemas de riego artificial
  • Se perfeccionan los molinos de granos para la fabricación de harina
Muchos consideran el neolítico una revolución, por ser uno de los cambios más trascendentales de la historia de la humanidad.

martes, 8 de noviembre de 2011

Evolución filogenetica

La clasificación filogenética es una clasificación científica de las especies basada únicamente en las relaciones de proximidad evolutiva entre las distintas especies, reconstruyendo la historia de su diversificación (filogénesis) desde el origen de la vida en la Tierra hasta la actualidad. Para construir este tipo de clasificación se recurre ahora generalmente al método cladístico, ideado por Willi Hennig y propuesto en su obra Grundzüge einer Theorie der phylogenetischen Systematik1 (Fundamentos de una teoría de la sistemática filogenética), publicada en Alemania en 1950. Esta obra no obtuvo aceptación general en la comunidad hasta que Hennig mismo la tradujera al inglés en 1966. Desde entonces la clasificación filogenética no ha cesado de reemplazar progresivamente a la clasificación tradicional (o linneana), iniciada por Carlos Linneo en 1735 en su libro Systema Naturae.
Varias ideas del análisis filogenético de las especies biológicas han sido incorporadas por la lingüística histórica en la clasificación filogenética de las familias de lenguas.
Ejemplo
Se adjunta la clasifición filogenética del Clado AVES: Las aves estarían categorizadas como una clase homónima en la Taxonomía de Linneo. Pero en la taxonomía filogenética, las aves se ubican en el clado Theropoda (dinosaurios carnívoros bípedos).
El establecimiento del origen dinosauriano del clado Aves ha tenido como consecuencia su clasificación filogenética con anidación sucesiva dentro de los siguientes clados:
Clado (sin clasif.)Paraves,
Clado (sin clasif.)Maniraptora,
Clado (sin clasif.)Maniraptoriformes,
Clado (sin clasif.)Tyrannoraptora