lunes, 24 de octubre de 2011

Teoría de la Evolución de las especies, Darwin

Como es bien conocido, Charles R. Darwin (1809-1882) participó como naturalista en la expedición del Beagle por América del sur y el Pacífico en el año 1831. El viaje que comenzó cuando él tenía sólo 22 años terminó cinco años más tarde. Durante ese período Darwin tuvo tiempo para realizar muchas observaciones, compilar información y reflexionar sobre los datos que iba recopilando y sobre algunos textos como el que lleva el nombre de Principios de Geología de Charles Lyell, donde encontró buenas síntesis de argumentos evolucionistas como los defendidos por Lamarck. Todo esto le fue llevando a abrazar una perspectiva transformista de la naturaleza. En los años sucesivos a su viaje Darwin fue elaborando sus propias ideas y recogiendo nuevos datos con los que realizar un trabajo en el que quería exponer, de una manera ordenada, su visión de la naturaleza. Quizá uno de los textos que más influjo ejerció en la elaboración de sus tesis fue el libro de Thomas R. Malthus (1766-1834) publicado por primera vez en 1798: An Essay on the Principle of Population. En este libro Malthus defendía la tesis de que era necesaria la lucha por la supervivencia como consecuencia de que la población tiende a crecer siguiendo una progresión geométrica mientras que los alimentos lo hacen siguiendo una progresión aritmética.

En el año 1858 Darwin recibió un paquete por correo enviado desde una alejada isla del archipiélago Malayo, la actual Indonesia. El paquete contenía un texto que resumía los resultados de la investigación llevada a cabo por Alfred Russel Wallace (1823-1913). El escrito contenía una extraordinaria exposición de “la teoría de la evolución por selección natural”. Su claridad expositiva hace que todavía hoy ese texto conserve gran valor pedagógico. Darwin llevaba dos décadas elaborando una teoría equivalente a la de ese escrito y estuvo a punto de abandonar su proyecto al leer el trabajo. Fue precisamente Charles Lyell y el botánico Joseph Dalton Hooker quienes intervinieron en favor de los intereses de su amigo Darwin. El escrito de Wallace fue publicado en los “Proceedings” de la prestigiosa Sociedad Linneana, precedido de otra contribución de Darwin que contenía algunos fragmentos de un ensayo de 1844 no publicado y una carta escrita al botánico Asa Gray. Los escritos fueron publicados en agosto de 1858 salvando así el derecho de Darwin a reclamar la originalidad del trabajo que llevaba preparando durante tanto tiempo y que todavía no había visto la luz. Fue en el año siguiente, 1859, cuando Darwin publicó los resultados del trabajo que había realizado durante los años precedentes en un libro titulado “On the Origin of Species by Means of Natural Selection”. El éxito de este libro permite afirmar que fue en este momento cuando nació la “teoría de la evolución por medio de la selección natural”.

La estructura de la teoría de la evolución por selección natural [Lewontin 1970; Sarkar 2007] tal como Darwin y Wallace la expusieron en sus escritos se apoya en tres puntos básicos:
1) Los descendientes heredan los caracteres de los progenitores de generación en generación. Darwin, sin embargo, no conocía las leyes de la herencia sobre las que se estaba trabajando precisamente en los años en los que dio a conocer su teoría. Las leyes de la herencia que hoy son aceptadas científicamente y que fueron descubiertas por Mendel no se conocieron hasta el comienzo del siglo XX. Las explicaciones propuestas por Darwin para la herencia de los caracteres resultaron erróneas y fueron pronto rechazadas. Estas explicaciones, no obstante, no formaban parte del contenido del “Origen de las especies”.

2) En el proceso de la herencia ocurren variaciones espontáneas que son por azar o ciegas. Se habla de variaciones por azar o ciegas en un doble sentido. Por una parte no se pueden determinar sus causas. Por otra parte, dichas variaciones no están orientadas a una mejor adaptación del organismo al medio, es decir, no hay ninguna orientación a priori en ellas. En la primera edición del “Origen de las especies” Darwin rechazaba explícitamente la herencia de los caracteres adquiridos defendida por Lamarck. Más tarde, sin embargo, matizó dicho rechazo.

3) Existe reproducción diferenciada en los individuos de una población. El motivo es doble: o bien algunos individuos poseen mayor fertilidad que otros, o bien están mejor adaptados al medio. Mejor adaptación al entorno se traducirá en una mayor supervivencia y, consiguientemente, en una mayor descendencia.
El impacto de las ideas de Darwin/Wallace fue enorme. Muy poco después de la publicación del “Origen de las especies”, ya en la década de los 60, la evolución basada en la selección natural defendida por Darwin era, en la práctica, universalmente aceptada. No obstante, muy pronto empezaron a plantearse las primeras objeciones a su propuesta. Las objeciones a partir de los 60 no iban dirigidas contra el hecho de que hubiera evolución, es decir, que las diversas especies descendieran de otras comunes y anteriores en el tiempo, sino que se dirigían directamente contra lo que hacía original su propuesta, es decir, que el motor de la evolución fuera las variaciones al azar y la selección natural.

En relación con el desarrollo de la propuesta de Darwin en los años sucesivos, y de las críticas que ha recibido hasta nuestros días, hay que decir que Darwin prestó gran atención a la posibilidad de explicar el desarrollo de estructuras complejas sobre la base de las variaciones por azar y la selección natural como causa principal de dicho desarrollo. De hecho, aunque para Darwin dicha teoría explicaba muchos aspectos de la evolución de los seres vivos, incluido el origen de las especies, esto no llegó a implicar que la evolución de los organismos pudiera ser explicada únicamente por medio de la selección natural. Darwin aceptaba la existencia de otros mecanismos causantes del cambio evolutivo. Las razones que Darwin tenía entonces para mantener su visión plural de las causas de la evolución eran, no obstante, muy pobres o erróneas si consideramos las cosas desde la perspectiva actual.

Darwin se enfrentó personalmente con buena parte de las objeciones que se han puesto hasta nuestros días a su teoría de la evolución. Sus puntos de vista fueron expuestos en sucesivas ediciones del “Origen de las especies”. No solamente se centró en el problema del origen y el incremento de la complejidad de los seres vivos, sino también, por ejemplo, abordó problemas como el de la escasez de registro fósil disponible de los supuestos seres vivos que debían haber existido como consecuencia de una evolución gradual como la defendida en su propuesta.

2 comentarios:

  1. Esta teoría también se me hace muy interesante.
    En mi opinión si tiene lógica ya que es cierto que el mundo no es estatico sino que va evolucionando y las especies van cambiando continuamente, se originan unas y se extinguen otras porque no se adaptan a los cambios ambientales. Pero aun así no quedo del todo convencida con esta teoría pero aun así no deja de ser interesante.

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  2. Buena información, solo cuida el formato de presentación de la misma, me parece más interesante tu postura frente a esta teoría, muchas gracias, solo pedirte que amplies más tus comentarios.

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